La nuez de Périgord, en Aquitania, es sin duda uno de los frutos secos más famosos del mundo. De hecho, ya era saboreada por nuestros antepasados hace 17000 años, como lo revelan los hallazgos arqueológicos en las cavernas en las que vivía el hombre de Cro-Magnon.
El aceite de nuez se consideró más precioso que el oro, y contribuyó a crear la riqueza de la región. Se utilizaba tanto para iluminar las humildes viviendas como las majestuosas catedrales, para cocinar y para elaborar jabones... antes de adquirir su rango actual de producto exquisito.
Para saberlo todo acerca de la nuez de Périgord, lo mejor es realizar esta ruta que nos llevará a través de las tradiciones, la cultura y la economía construidas alrededor de las deliciosas nueces que siguen siendo el emblema de la región. Este original circuito abarca tres pueblos: Castelnaud-la-Chapelle, Sainte Nathalène y Grolejac, tomando como base Sarlat, en total unos 30 km sembrados de museos, restaurantes, granjas especializadas y molinos de aceite de nuez.
En Castelnaud-la-Chapelle se encuentra el Ecomuseo de la Nuez, que recibe a sus visitantes con una película de orientación, visitas guiadas al molino y paseos por su agradable parque con área de pic-nic. Ilustra a los visitantes sobre la nuez y la extracción del aceite, los valores nutricionales de la nuez y sus beneficios para el organismo.
En Sainte Nathalène se encuentra un antiguo molino del siglo XVI, Le Moulin de la Tour, que aún está en funcionamiento. Produce aceite virgen de nueces, avellanas y almendras de forma artesanal. Ofrece una visita guiada con degustaciones de las especialidades del molino.
Para más información ver la nota completa publicada por Adriana Kreiman en http://sobrefrancia.com/2011/08/15/la-ruta-de-la-nuez-del-perigord/